VÉRTIGO


¿Qué es el vértigo?

Definimos el vértigo como una sensación rotatoria, de que las cosas giran, o bien de que el que gira es uno mismo. Se acompaña prácticamente siempre de inestabilidad o desequilibrio, y en ocasiones de otros síntomas como náuseas, sudoración, vómitos, etc. En otras ocasiones, el paciente presenta, únicamente, inestabilidad o desequilibrio, con sensación de inseguridad al andar.

¿Cuales son los tipos de vértigos más frecuentes?

– El llamado vértigo posicional paroxístico benigno (VPPB) es el tipo más frecuente de vértigo. Se debe a una relocalización del grupo de cristales de calcio (conocidos en conjunto con el nombre de otoconia), que en condiciones normales se hallan en el utrículo del oído interno y que, por alguna razón, salen de su posición original y migran, con el tiempo, hacia uno de los canales semicirculares (por lo general hacia el canal posterior, debido a su posición anatómica). Cuando la cabeza gira, el cambio de su orientación respecto a la dirección de la fuerza de gravedad provoca un movimiento de los cristales más pesados, lo que causa un desplazamiento anormal del fluido interno del canal (la llamada endolinfa) y, por consiguiente, la sensación súbita de vértigo.

– El síndrome de Ménière: Se caracteriza por la presencia de ataques de vértigo con nauseas, vómitos y sudoración acompañados de hipoacusia (que será progresiva) y acúfenos (ruidos en el oído afectado). Es de causa desconocida, pero parece estar implicado un bloqueo del conducto perilinfático que provoca un aumento de la presión de la endolinfa, que es la que genera el cuadro vertiginoso agudo.

– La neuronitis vestibular es una lesión inflamatoria del nervio vestibular provocada por un virus. Generalmente da una crisis única, que da paso a una sensación de inestabilidad de 2-3 semanas de duración.

– El neurinoma del VIII par craneal, es un tumor benigno que afecta al nervio estatoacústico, también conocido como VIII par craneal o nervio vestibulococlear, y suele afectar generalmente a una de sus ramas, conocida como nervio vestibular

– Vértigos Centrales: destacan por su frecuencia, las de origen vascular y la esclerosis múltiple o en placas

– Vértigos de origen cervical, provocados por traumatismos cervicales o insuficiencias vertebrobasilares

¿Cuál es el tratamiento del vértigo?   

– Vértigo paroxístico posicional benigno (VPPB):El tratamiento más habitual, a parte del medicamentoso, es la maniobra de Epley. El objetivo de la misma es, mediante una serie de movimientos, recolocar los cristales de calcio en sus conductos adecuados. Consiste en sentar al paciente en una mesa o una cama con la cabeza girada unos 45º hacia el lado del oído en el que se dan las molestias. A continuación, se coge la cabeza, el cuello y los hombros del paciente y se mueve en bloque para tumbarlo, con el cuello extendido y la cabeza en la posición en la que estaba girada, de forma que el oído dañado quede debajo. Debe permanecer así unos 30 segundos. Posteriormente, el individuo tiene que girar la cabeza, sin levantarla de la cama, unos 90º hacia el lado contrario y permanecer así el mismo tiempo que antes. Después volver a girar la cabeza, esta vez junto con el cuerpo, otros 90º y tras aguantar medio minuto el último movimiento consiste en incorporarse por el lado en el que se encuentre y quedarse sentado en la cama.

– Síndrome de Ménière: El tratamiento de entrada siempre es farmacológico, mejorando más del 70% de los pacientes, pudiendo llevar una vida completamente normal. En caso de no mejoría y persistencia de la sintomatología, se recurre a la inyección de gentamicina intratimpánica. Para el resto de pacientes (menos del10%), que no mejoran tras la inyección de Gentamicina, se debe realizar una intervención quirúrgica que, según existe o no audición útil, será una neurectomía vestibular o una laberintectomía.

– Neuronitis vestibular: El tratamiento es farmacológico siendo en muchos casos necesario realización de ejercicios de rehabilitación vestibular.